Todos los años, en ocasión de la fiesta de Santa Bárbara, protectora de los mineros, los hermanos Maccabelli y los empleados de Edilmac, se reúnen en oración. «El nuestro es un trabajo difícil – observa Mario Maccabelli – donde el peligro está siempre al acecho, incluso con todas las precauciones que se puedan tomar. Contar con una protección más de allá arriba siempre viene bien y este es el motivo por el cual somos devotos de Santa Bárbara y en el curso del año pasado decidimos colocar una estatua suya que se puede contemplar también pasando por la calle próxima a nuestro obrador. Hacía años que lo pensábamos y finalmente logramos cumplir una promesa y un compromiso moral asumido desde hacía tanto tiempo».
Maestranzas, directivos e invitados se reunieron en la sede de Edilmac en Gorle para la fiesta de la patrona y asistieron a la misa celebrada por el Padre Franco, párroco de Gorle, a lo que siguió el convite en el curso del cual Cesare Maccabelli ofreció un reconocimiento al mérito de los empleados por los numerosos años de lealtad a la empresa. Un reconocimiento especial se otorgó al ingeniero Adriano Facchinetti por más de treinta y cinco años de trabajo en la firma, a los colaboradores Carlo Parigi y Ermanno Capelli, por haber alcanzado los treinta años de trabajo y, finalmente, a Gianantonio Bonzi, Diego Valle, Marchetti Emanuele y Daha Youssef por sus veinte años de trabajo.
